jueves, 27 de octubre de 2011

La mujer: una imagen ultrajada por los medios de comunicación


“Bájate los pantie pa' llevarte pal conuco
Y ábrete mamita que te voy a dar tu ruco
Ábreme las pierna pa' rompértelo,
Ábreme las pierna pa' rompértelo
No me de cotorra, que yo se que a ti te gusta
que te agarren por lo' moño' y que te den”

Estas letras  reflejan  el uso generalizado de temas y meta mensajes  que, desde los medios de comunicación, presentan a la mujer como un ser despreciable e incentivan  la violencia en su contra.

El gran dilema  está planteado por  estudiosos de la Universidad de Salamanca: ¿Los medios deben generar  cambios sociales o solo son el vehículo de transmisión de lo que la sociedad genera?  La pregunta es fundamental para abordar la violencia machista, que mata a miles de mujeres en todo el mundo. El problema preocupa a la mayoría de las naciones y ha sido ampliamente discutido desde la Cumbre de Beijing en 1995.

Cuatro años después de la Cumbre, el 17 de diciembre de 1999, las Naciones Unidas declararon el 25 de noviembre, día del brutal asesinato de las heroínas dominicanas  Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, ordenado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo,  como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.

La República Dominicana, que desde hace  14 años cuenta la Ley 24-97  sobre violencia intrafamiliar es, en teoría, uno de los países abanderados de esta lucha. Sin embargo hoy, 14 años después de esta legislación, resulta  cuesta arriba ver las estadísticas: al menos cada semana la prensa reseña algún feminicidio. Cabe preguntarse,  ¿A qué se debe esta incongruencia?  ¿Son los medios de comunicación parte del problema?

Una discusión de vida o muerte


La música, las imágenes y el lenguaje que utilizan los medios de comunicación para  transmitir información  sobre las mujeres,  son motivo de análisis y controversias entre expertos de las ciencias sociales y la comunicación.

Para unos, contribuyen con el aumento de la violencia y por tanto a los feminicidios, mientras que otros opinan que sólo reflejan-y refuerzan- una realidad que ya existe. Esta dualidad se manifiesta tanto en el análisis de informaciones del mundo del entretenimiento, como en la publicidad e incluso en las noticias de la redacción central de periódicos generalistas.

Pero hay algunos cambios positivos en la cobertura noticiosa de temas que abordan la violencia contra las mujeres.  La feminista e investigadora Susi Pola sostiene en su artículo “¿Discriminarlas, compadecerlas o delatarlas?” publicado en ElNacional.com.do, que gracias a los medios de comunicación la violencia  contra la mujer se ha convertido en un tema público. Sin embargo, resalta que la forma en que las personas reciban esas noticias influirá en la actitud que tomen frente a estas.

Es tarea fácil identificar mensajes que inducen a la violencia contra la mujer a través de spots publicitarios y  temas musicales que abarcan los diversos géneros. En los últimos tiempos  el reggaetón y la bachata reflejan el tema con crudeza.

Chiqui Vicioso, feminista e intelectual dominicana, al analizar el tema de los mensajes de violencia contra la mujer en un reggaetón concluyó que:  “(…)una expresión erótica de la subcultura juvenil  vale más que cientos de reglamentos de la ONU,  fomentando  un erotismo exacerbado en la niñez dominicana y un incremento asombroso de los feminicidios “íntimos”, o de carácter general, en los últimos años, que  ya comienza a verse como causa de muerte en mujeres a partir del grupo de 10 a 14 años. (…)”.

La intelectual enfatiza en el daño que causa el  uso del lenguaje despectivo, tomando de ejemplo la letra de una canción, “(…) confirmando que en nuestro país  la mujer es  una pertenencia de poco valor, 'una guanábana ' que cuando madura se pudre”,  explica al hacer referencia  a uno de los exponentes de esta “música urbana” conocido como Mozart Lapara.

Sin embargo, a juicio de la reconocida socióloga y antropóloga d dominicana, Tahira Vargas, “realmente lo que pasa con los temas musicales que tienen mensajes muy violentos y despectivos hacia la mujer, porque la califican de 'perra' o utilizan frases agresivas contra esta, es que refuerzan la conducta violenta. La música no genera la violencia, sino que refleja la realidad de violencia que ya existe en la sociedad y refuerza estas conductas”.
 Vargas opina que el problema antecede a los medios de comunicación.  Para esta experta “los mensajes en sí no propician violencia contra la mujer, sino que más bien refuerzan la visión de mujer-objeto o la relación entre mujer-sentido de pertenencia, que es parte de las matrices ideológicas de la violencia de género. No es que el mensaje genera la violencia, porque la violencia se genera por otras razones vinculadas al machismo presente en las mujeres y en los hombres, sino que refuerza el machismo”.

Sin embargo, otros pensadores consideran que los  medios de comunicación se han convertido en instrumentos capaces de generar cambios drásticos en las personas. El sociólogo estadounidense Paul Lazarsfelt ha planteado que los medios de comunicación influencian su entorno, cambian patrones de conducta y motivan otros nuevos.

El Grupo de Estudios Sociales de Argentina considera que “la representación sexista de la mujer está presente en mucha de la publicidad que consumimos, incorporándose a nuestras vidas de manera negativa, generando injusticias e inequidades en todos los ámbitos y cuyas consecuencias se visibilizan de las formas más graves, como los feminicidios, y en otras ocasiones, más simbólica: cosificando el cuerpo de las mujeres en la publicidad”.

Cabe citar un spot publicitario de un reconocido salón de belleza canadiense que, según analistas del tema, atenta contra la integridad de la mujer y frivoliza la violencia en contra de ésta. En el mismo se presenta a una
Foto: Noticias Yahoo
 
mujer sentada en un sofá, con moretones visibles y detrás un hombre en cuyas manos tiene un collar de diamantes para entregarlo a la dama, mientras el slogan reza: Look good in all you do (Ten buen aspecto en todo lo que hagas).

Alternativas
Algunos países, han tomado medidas drásticas a raíz de la Cuarta Conferencia sobre la Mujer en Beijing, en la cual se trató por primera vez el tema del impacto de los medios de comunicación en la reproducción de los estereotipos y roles de discriminación contra las mujeres, por lo que se llamó a los Estados ahí presentes a adoptar medidas al respecto. 
México, por ejemplo, reformó la Ley Federal de Radio y Televisión, estableciendo que “la propaganda comercial que se transmita por estos medios de comunicación, no deberá incitar a la violencia de género o a la discriminación, ni fomentar los estereotipos de género o de sexo”.
Otro ejemplo lo constituye Argentina, donde se promulgó la Ley Nº 26485 contra la Violencia de Género. En la actualidad, esta abarca también la violencia mediática, referida a la difusión de mensajes en imágenes estereotipadas a través de cualquier medio masivo de comunicación que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres.

Sin embargo, República Dominicana no contempla medidas similares en  la Ley 6132 sobre la Expresión y Difusión del Pensamiento.

En este tenor, cuando la sociedad reclama la intervención de las autoridades para regular mensajes transmitidos por los medios de comunicación,  el tema pasa de una instancia a otra: Muchos se preguntan si la tarea corresponde al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), a la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, al Poder Judicial, o a ¿quién?

Las psicólogas Deyanira Tejeda y Gilda Vidal recomiendan que se revisen los códigos que legislan para la vigilancia y supervisión de los mensajes que se emiten a través de los medios de comunicación. Entre tanto, se ha convertido en un clamor de la sociedad la regularización o, en su defecto, la censura de los mensajes que atentan contra la dignidad y el derecho de la figura femenina en el país.
En conclusión, constituiría un avance en la legislación dominicana si dentro del nuevo anteproyecto de modificación a la ley 6132 sobre la Expresión y Difusión del Pensamiento, en la que se prevé la inclusión de los medios de comunicación,  se contemplara la violencia mediática contra la mujer.


Trabajo colectivo de:
Lesgil Russi Valdez
Yinet Mena López
Alma Cristina del Jesús
Carlos Valenzuela



viernes, 21 de octubre de 2011

Violencia machista que asesina

Más de 70 mujeres han sido asesinadas por sus compañeros o ex compañeros entre enero y julio de este año
La violencia machista tiene graves repercusiones para la familia.

‘’He ido a varias fiscalías y no han prestado atención a mi denuncia’’, dice Carmen Liriano, quien denunció a su marido por agresión en una fiscalía de  Santo Domingo Norte. Cuenta que su pareja la  obliga  a prostituirse y le roba su dienero para consumir drogas.  
Carmen tiene moretones en todo el cuerpo. Su rostro refleja impotencia y sufrimiento cuando se queja de que las autoridades no le brindaron protección ni dieron seguimiento a su caso.

Martínez  Segura, fiscal adjunto del Distrito Judicial de Santo Domingo Norte, explica que diariamente entre  tres y cinco mujeres acuden a esa fiscalía para denunciar a sus parejas  por maltrato. Según el funcionario tres de cada cinco denuncias son retiradas ya que los maltratadores  amenazan a las víctimas con asesinarlas  o asesinar  a los hijos.

Fallas que cobran vidas
En los últimos tres meses, el 5% de las mujeres que, como Carmen, han presentado denuncias contra sus agresores han sido asesinadas por estos, de acuerdo con los datos del Distrito Judicial de Santo Domingo Norte. 

Según el Informe de Denuncias de Delitos Sexuales y Violencia de Género e Intrafamiliar de la Suprema Corte de Justicia de 2010,  64, 022 denunciaron algún tipo de maltrato el año pasado. Muchos  de estos casos terminan en tragedia. De enero a julio de este año, 73 mujeres fueron asesinadas por sus parejas, ex parejas o alguien del entorno familiar.  

Para la legisladora Magda Rodríguez, presidenta de la Comisión de Género de la Cámara de Diputados, la justicia no está cumpliendo con el rol que le compete. Entiende que el sistema no brinda respaldo a las víctimas. Resalta que en ocasiones los violentos también matan a los hijos, abuelos, y familiares de la víctima.

Mientras que el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Demóstenes Martínez, explica que a pesar de la magnitud del problema,  la figura del feminicidio no existe en la legislación dominicana. Afirma que desde el Congreso Nacional se está trabajando para que la figura sea plasmada en la modificación que se haría al Código Procesal Penal.     

Pero, el abogado penalista Eduardo Tavares, opina que en el país se ha implementado una muy buena gestión de política criminal anti-feminicidio. A su juicio, todos los actores del sistema están identificados con la labor que realizan y con el compromiso  de  erradicar la violencia contra la mujer.  Consideró que no es necesario que se creen leyes más drásticas sino que se cumplan las actuales, proceso en el cual se ha avanzado, dice el profesional.  
 
Un mal con profundas raíces culturales
Ana Lorenzo, psicóloga del Distrito Judicial, y encargada de dar terapia a mujeres maltratadas desde hace 15 años, enfatiza que la gran mayoría de víctimas de violencia machista repiten un patrón familiar, pues sus madres eran agredidas por sus padres.

 Magda Rodríguez Presidenta de la Comisión de Genero de la Cámara de Diputados, profundiza en el tema y explica que el problema hondas raíces culturales. Recuerda que en la Época Colonial-cuando se sentaron las bases de la sociedad criolla- los hombres maltrataban y denigraban a las mujeres. 

Denunciar a pesar de todo
La ministra de la Mujer, Alejandrina Germán y  la encargada de la Oficina de Equidad de Género de la Policía Nacional, Generala Juana Francisca Campusano, llamaron a las mujeres a denunciar a sus agresores. 

Germán precisó que en estos momentos se impulsa la campaña  ``Únete para poner fin a la violencia en contra de las mujeres`` para ayudar a erradicar un problema complejo, que entre las fallas del sistema judicial y la cultura machista, golpea a Carmen cada día.

Trabajo colectivo de: Maximiliana Manzueta
Maria del Carme Abreu
José Bencosme
 Noris Vicioso
 Gregoria Núñez

Nota: Este reportaje es parte de una serie sobre Género del proyecto final del Módulo Informe de Pasantía y Taller de Redacción del Monográfico 2011.

viernes, 14 de octubre de 2011

Autocensura

Por Noris Vicioso

Uno de los  roles del periodismo es vigilar las acciones del Estado, razón por  la cual es lógico que quienes son reconocidos como vigías no deban sostener relación con la fuente que cubren para evitar ser corrompidos o  llegar a la difícil y penosa situación de callar cuando deban hablar, faltando con ello a su compromiso con la sociedad.

Es bien sabido que, por desgracia, la mayoría de  medios de comunicación del país  pagan salarios pírricos a los periodistas, lo que no alcanza para costear las necesidades básicas de un hogar, siendo empujados muchas veces a acudir al pluriempleo.

Sin embargo cuando el segundo empleo del  periodista (vigía) es una institución del Estado, el profesional, sin lugar a duda,  falta a su ética por razones lógicas: tendrá que empezar a lidiar con conflictos internos entre lo que debe y tiene que hacer.

¿Cómo puede un periodista que funja como relacionador público de una empresa dar a conocer irregularidades en el manejo interno de recursos cuando él forma parte del cuerpo administrativo?   

Por supuesto que no comprometerá su estabilidad, aunque eso signifique una falta a la ética en el ejercicio periodístico.

En ese mismo orden se aplica la modalidad de ciertas instituciones de otorgarle salarios y hacerles costosos regalos a los periodistas asignados a la fuente. Esa, sin lugar a dudas, es una forma obscena de corromper a quienes están para denunciar la corrupción.

sábado, 8 de octubre de 2011

Ética y Relación con las Fuentes


Reflexión de Redacción Democrática sobre la ética en la relación con las fuentes

 El tema de la ética en la relación del periodista con las fuentes es espinoso. Todo podría depender de las circunstancias y los intereses que haya de por medio. Entonces surge la pregunta: ¿A qué precio el periodista consigue la información o a qué estaría dispuesto a llegar para conseguirla?

Es indispensable el discernimiento para abstenerse de caer en el terreno al que muchas veces nos quiere conducir la fuente,  es necesario verificar los datos ofrecidos y analizar qué interés generará su difusión. Estas son  recomendaciones  elementales con respecto a la conducta del periodista ante cualquier fuente y sobre todo frente a un informante confidencial. Quizás una relación profesional, antes que emotiva se impone en estos casos.

En muchas ocasiones, los periodistas están dispuestos a cualquier cosa con el fin de conseguir la “noticia”, anteponiendo por encima de la ética y lo racional su ambición y ego. Esta actitud es sumamente peligrosa.

La ética es una actitud personal aunque permeada por la vida en sociedad. Es decisión de cada quien acceder o no a lo que le quiere empujar la fuente o el medio. Su ética  se someterá a prueba según la madurez crítica con la que cuenta el periodista.

Coordinadora: Lesgil Russi Valdez
-Alma Cristina De Jesús
-Carlos Obispo Valenzuela Arias
-Inocensia Alcántara de la Cruz
-Quisqueya Solano
-Silvia Patricia Frías Báez
-Soledad Altagracia Rodríguez
-Yinet Mena
-Yris Ester Peguero Taveras